top of page

Mi relación con mamá era de amigas… pero yo no necesitaba una amiga… necesitaba una MADRE

Diario de una Consteladora – Por Katheryne J. Robles


Durante muchos años, pensé que tener una relación cercana con mi mamá era una bendición.


Ella me contaba todo: sus problemas con mi papá, lo mal que se portaban mis hermanos, lo que sentía, lo que pensaba, lo que le dolía.


Y en apariencia… éramos inseparables.


Pero lo que nadie me dijo es que había confusión de roles.


Yo no era su hija. Yo era su confidente, su consejera, su apoyo emocional.


Cada vez que pasaba algo, ella decía: “A ver qué opina Kathy.”


Y aunque en ese momento me hacía sentir importante, también me dejaba agotada, triste… desprotegida.


Porque mientras yo la sostenía a ella, nadie me sostenía a mí.


Un día, me contó que había tenido una fuerte discusión con mi papá. Me sentí molesta con él.


Cuando fui a visitarlos, estaban riéndose como si nada hubiera pasado.

Yo, en cambio, me sentía hecha trizas por dentro.


Y ahí lo sentí con claridad:


Yo no era su hija, era su tachito de basura emocional.

Ella depositaba su dolor en mí, y luego… se iba.


Sentí dolor. Impotencia. Injusticia.


Intenté hablarlo con ella, decirle cómo me sentía, pero fue un error, no lo tomó bien. 

Dejó de hablarme un tiempo.


Eso me dolió aún más… pero fue un quiebre necesario. En ese silencio, me encontré conmigo misma.


Empecé a sanar desde otro lugar: escribí cartas. Lloré. Solté. Y una frase resonó dentro de mí como una guía:


“En los asuntos de los padres, los hijos no tenemos nada que ver.”

Empecé a poner límites. Dejé de meterme en los problemas de pareja de mis padres.


Y mi mamá… empezó a trabajar en sí misma.


Yo ocupé mi lugar de HIJA.

Y ella, el suyo, como MADRE.


Fue entonces cuando la relación comenzó a TRANSFORMARSE.


Comprendí que para sanar no se necesita hablar con los padres, de hecho eso puede resultar contraproducente, tal como me pasó a mí en un inicio. 


ree

Pero…


¿Cuáles son los desórdenes más comunes con mamá?


En el enfoque de las Constelaciones Familiares, la madre representa la VIDA misma. Es la fuente. Cuando hay desórdenes con ella, todo se ve afectado.


Los enredos más frecuentes con mamá incluyen:


ree

¿Qué síntomas aparecen cuando no has sanado con mamá?


  • Dificultad para recibir (amor, dinero, apoyo, reconocimiento).

  • Sensación de vacío constante o abandono crónico.

  • Inseguridad profunda, miedo al rechazo, necesidad de aprobación.

  • Problemas con la autoestima y el cuerpo.

  • Relación conflictiva con otras mujeres o con la maternidad.

  • Adicciones afectivas, dependencia emocional o autosabotaje.

  • Enfermedades ginecológicas o bloqueos en la fertilidad.


¿Qué pasa cuando sanas con mamá?


ree

Y como un paso más hacia tu sanación, tengo un EJERCICIO para ti. Puedes descargarlo gratis AQUÍ.


Puedes repetir este ejercicio cada vez que lo necesites. Es un bálsamo profundo para el alma.


Amar a mamá no siempre es SUFICIENTE. A veces la amas y aún así… repites su historia, cargas con su dolor o rechazas partes de ti misma que te conectan con ella.


Por eso es importante el orden, ella es la grande y tú la pequeña. 


Sanar con mamá no es solo reconciliarte con una persona, es reconciliarte con la vida, con tu cuerpo, tu abundancia, tu poder femenino y tu capacidad de amar.


En el Pack Sanar para Prosperar hay un taller profundo donde trabajamos este vínculo esencial a través de ejercicios, visualizaciones, frases sanadoras y herramientas que puedes usar a tu ritmo.


Y si necesitas una guía personalizada para mirar con amor tu historia con mamá, puedes empezar con agendar una sesión individual de constelaciones.


Y recuerda:

Lo que se ordena adentro, florece afuera.


Comentarios


bottom of page